El éxito de la especie humana y su difusión por todo el planeta Tierra consistió en buena medida en que siempre fuimos “probadores de alimentos”. Contrariamente a todas las demás especies de animales, la desaparición de un alimento por sequía, cambio climático, u otras razones, nunca fue un problema para nosotros. Simplemente cambiábamos un alimento por otro o, en casos extremos, migrábamos a lugares donde encontrábamos nuevas formas de alimentación.
Hoy en día basta con ir a la tienda de la esquina para ver que aquello que nos alimenta, son "sustancias comestibles parecidas a la comida". Bimbo, Marinela, Sabritas, Gamesa, Maruchan y una docena de marcas más, alimentan omnipresentemente a nuestro país...Vayamos a donde vayamos en el planeta Tierra nos encontramos con lo mismo, lo que cambia son las marcas y los empaques.
10 compañías que industrializan alimentos controlan prácticamente todo lo que comemos:
• Nestlé
• Altria
• Unilever
• Kraft Foods
• Danone
• Cadbury – Schweppes
• Kellog
• Heinz
• Campbells
• Tyson
y
Bimbo que rápidamente está colándose dentro de este grupo con su apertura del mercado chino.
En el rubro de los restaurantes está sucediendo lo mismo. Las cadenas de restaurantes son cada vez más frecuentes.
• McDonalds
• Yum! (KFC y Pizza Hut)
• Burger King
• Wendy's
• Dominos
Sanborns, Vips y California están dominando el Mercado mexicano.
Todas estas compañías están terminando con las ofertas alimenticias individuales y originales...
La industria alimenticia contribuye con un 60% a la contaminación global. Esto se debe fundamentalmente a que los monocultivos exigen del uso masivo de químicos (fertilizantes, herbicidas y pesticidas) para funcionar, grandes cantidades de agua que es bombeada con motores de gasolina y el transporte de los productos a distancias cada vez más lejanas. Antes, la manzana crecía en mi jardín, hoy me la traen al Super desde Chile, Washington, China o Sudáfrica...
Acción 1: Regresa al supermercado - evita el Super Al contrario de lo que sucede en otros países, en México todavía tenemos nuestros mercados, incluso existe una versión -el mercado sobre ruedas- que se instala relativamente cerca de casa por lo menos una vez a la semana. La ventaja del mercado es que sus productos suelen venir de los campos cercanos. Es la opción más apropiada de mantener viva la agricultura en nuestro país y también es la mejor opción para comer lo más sano posible. Debido a la ausencia de mercados en los EEUU, por ejemplo, tuvieron que inventar los alimentos orgánicos y los "farmers markets".
Si compras en el mercado, por el otro lado, también le estás ayudando a más gente a ganar dinero. Si compras en el Super la gran mayoría de tu dinero se va a los bolsillos de unos pocos empresarios.
Acción 2: Comer y cocinar en familia Un viejo dicho dice: "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos."Este dicho es aun peor si consideramos como estamos perdiendo nuestra cultura para sustituirla por el modelo estadounidense. Uno de los reflejos más importantes de esa transculturización la vemos en la comida. Estamos perdiendo la tradición de la comida familiar y la estamos sustituyendo por la comida frente a la tele y acudiendo cada vez más a los restaurantes de comida rápida. La integración familiar es imposible sin la comida familiar y cocinar para esa comida es una de sus esencias.
Acción 3: Compra producto, no empaques Muchos productos son empaques, no producto. Un ejemplo clásico son esos quesos donde cada rebanada viene empacada por separado. El precio de ese mismo queso, comprado a granel y rebanado a destajo, es hasta 50% más barato. Los productos procesados se venden por su empaque, no por la calidad ni por el valor alimenticio de lo que contienen. El marketing de la industria alimenticia gira casi completamente entorno al empaque. Sin los empaques distintivos y con sus enormes inversiones en diseño la publicidad de los productos alimenticios simplemente no funcionaría. Anunciar un plátano es ridículo, no le puedes cambiar la cáscara por una roja o rosa...
Los fabricantes hace algunos años accedieron a publicar la información nutricional solo cuando se dieron cuenta que eso podía incrementar aún más el valor del empaque. Curiosamente los alimentos menos nutritivos suelen exagerar la presentación de esta información. Pero la información nutricional es como los manuales que no lee casi nadie. En ningún producto dice todavía si fue preparado con transgénicos. La razón es evidente, nadie compraría esos productos, nadie acepta que una compañía juegue a Dios con la naturaleza.
Acción 4: Olvídate de las calorías, vitaminas y demás nutrientes Ya se habla de la obesidad como una pandemia, una enfermedad que afecta a (casi) todos. La actividad nutricional más frecuente hoy en día es la dieta. Todo el mundo ha estado a dieta alguna vez en su vida, muchos viven a dieta permanentemente. Desde que se descubrieron las vitaminas, un proceso que duró casi dos siglos pero cuyo nombre quedó establecido en 1912, los humanos descubrimos los nutrientes y seguimos descubriendo nutrientes y seguiremos descubriendo nutrientes...La ciencia de la nutrición sigue estando en pañales y la escuchamos con el mismo fervor con el que solíamos escuchar los sermones en la Iglesia.
¿Escucharías con el mismo fervor a un bebé que no sea el tuyo? Los seres humanos nos hemos convertido en los conejillos de Indias de esta innovadora ciencia y estamos pagando las consecuencias con obesidad, anorexia y bulimia. Los extremos obvios del mismo padecimiento: ya no comemos, cazamos calorías y nutrientes. Somos adeptos a la pornografía culinaria. Ante esto solo se puede decir:
• es la zanahoria, no la carotina
• es el limón, no la vitamina C
• es la carne, no la proteína
• es el huevo, no el colesterol...
En la breve historia médica de los efectos de los alimentos absolutamente todo lo que comemos ha estado por temporadas más o menos largas en las listas negras... Si siguiéramos estas listas al pie de la letra todos moriríamos por inanición. Regresa a las viejas fórmulas de cocina de los abuelos. La más digna de recordarse es aquella que dicta que hay que comer colores: Es decir variado, de todo y en cada comida. Si comes por lo menos cuatro colores en cada plato te podrás olvidar de las dietas para siempre...
Acción 5: Evita los monopolios Más de la mitad de los alimentos que compras en el Super son fabricados por solo 10 monopolios internacionales: Unilever, Nestle, Pepsico, Bimbo, Danone, Kellogs, Kraft, Sara Lee, Cadbury-Schweppes y Coca Cola.
El Super mismo cumple con los requisitos de ser un monopolio...
Varios estudios hechos en todo el mundo han demostrado que a estas compañías no les interesa tu salud. Ninguna de ellas cumple ni siquiera en un 50% las recomendaciones de la Estrategia Global sobre la Salud, la Nutrición y el Ejercicio acordada por la Organización Mundial de la Salud en el 2004 y aprobada en tiempo récord por todos los países del mundo. En aquellos países donde esta estrategia se ha convertido en ley, estas empresas han recurrido a figuras legales como el amparo o han amenazado a gobiernos con retirar sus operaciones. Ninguna de ellas declara a ciencia cierta la procedencia de sus ingredientes ni sus normas de calidad al respecto.
Y, lo que es aún peor, sus centros de producción son tan masivos -McDonald, por ejemplo, produce todos los ingredientes para todas sus sucursales de los EEUU en una sola planta- que se hacen sumamente vulnerables a contaminaciones, invasiones virales, y, serían el mejor lugar para que potenciales terroristas realicen un ataque químico o biológico. Se calcula que si se llegara a mezclar el veneno suficiente en las hamburguesas de McDonalds y no se llegara a detectar a tiempo, en un lapso de 48 horas podría matar a una décima de los habitantes de Estados Unidos.
Acción 6: Evita la carne de corral El 60% de los antibióticos que se suministran actualmente se da a los animales de corral. Luego nos comemos la carne de esos animales y nos preguntamos porque los antibióticos son cada vez menos efectivos y las enfermedades virales y bacteriales atacan con cada vez más fuerza. Por el otro lado, la carne es una de las formas más ineficientes de alimentarnos. Veamos los números para los Estados Unidos: la producción de carne requiere del 50% del agua potable total, 80% de la tierra fértil, consumen el 90% de la producción de soya, 80% del maíz, y en promedio se necesitan hasta 54 veces más energía (combustible, electricidad, etc.) de la que finalmente nos aporta su carne.
Se calcula que las cantidades de comida que consumen los animales en los Estados Unidos podrían alimentar a 800 millones de personas. Además estos animales generan aproximadamente el doble de gases de invernadero (metano) que todos los automóviles particulares juntos. La sola crianza de carne para el consumo humano hace que la industria alimenticia contribuya con un 60% a la emisión de gases de invernadero a nivel global. La gran mayoría de los bosques del planeta han desaparecido para tener más tierras de pastoreo. Los países del Mediterráneo son un claro ejemplo de cómo la carne terminó con la vegetación.
Acción 7: No compres agua ni bebidas embotelladas Uno de los engaños publicitarios más grandes de los últimos 20 años es la creencia que el agua embotellada es más sana y sabe mejor que el agua de la llave. Las compañías embotelladoras de agua (Nestlé y Coca Cola monopolizan el mercado mundial con más del 60% de todas las marcas existentes) bombean sus aguas indiscriminadamente y han generado múltiples desastres ecológicos en todo el mundo. El premio adicional son millones de botellitas de PET que hasta ahora son recicladas en un porcentaje mínimo a nivel mundial. Instalar una capacidad de reciclado mundial total costaría el doble de las ganancias anuales totales de esta industria.
En cuanto a las bebidas de sabor se puede decir que son las culpables de que prácticamente todos ingiramos el doble o más de nuestros requerimientos de azúcar, lo que ha hecho que la diabetes a nivel mundial se detone a edades cada vez menores. Las últimas investigaciones demuestran que el aspartame que se usa en los refrescos de dieta puede causar o detonar múltiples enfermedades siendo la más significativa el Alzheimer por el impacto social que genera en los entornos familiares en que sucede.
Acción 8: ¿Le doy una bolsita? Se estima que el 75% de la producción mundial de plásticos son de una via. Es decir que son contenedores, empaques y bolsitas que solo sirven para llevar las cosas que compramos a casa...Su vida útil es casi nula y la mayoría de estos plásticos tardan cientos de años en degradarse. Y todavía no tenemos ni idea del daño ecológico que puedan causar en ese camino de degradación. Solo el 5% de ellos se reciclan mundialmente. En alguna época creímos que era una idea fabulosa usar las bolsas como contenedores para sacar la basura de nuestras casas y el Súper rápidamente retomó la idea y nos ayudó con creces...
Lo triste del asunto es que es extremadamente fácil solucionar ese problema. Simplemente se trata de romper un hábito que no tiene sentido. Trae siempre una bolsa resistente preferentemente de tela, una caja o una canasta a la mano y úsala para llevar tus cosas a casa. Si vas a la tienda, al mercado o a la frutería pide que te pesen tu compra sin bolsas y que luego pongan todo junto en tu canasta. Lo intenté una vez en el Súper y la cajera me dijo: "¡¡¡¡Nuestras básculas no funcionan sin bolsas de plástico!!!!"
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